El ser educable: razón y sentir-reflexión en torno a la labor de educar.

El ser educable: razón y sentir-reflexión en torno a la labor de educar.

Es necesario que para comprender a la persona que vamos a educar podamos comprenderlo en toda su complejidad, cada uno es diferente. Cuando fundamentamos la educación de la persona en su individualidad (que piensa y que siente) y que viene para nosotros a aprender y formarse, entonces podremos educarlos de una manera satisfactoria.

Los maestros y los estudiantes participan de una misma naturaleza:

             ·         Somos razón

             ·         Somos intuición

Estos dos puntos deben de hacernos solidarios. Hay que ponernos como maestros en el lugar de los otros, ser humildes. Al ponernos en el lugar del otro desearemos enseñarle y orientarlo en su condición particular, desde sus posibilidades, sus talentos y alcances intelectuales pero sobre todo desde su forma de sentir el mundo y asumir la vida, hay que aprender a ser tolerantes, solidarios y humildes.

Hay que transmitir inspiración para la comprensión de la realidad y la perfección. Habremos de transitar por dos caminos, el de la razón y el del sentir.

EL SENTIR: ANTESALA DEL RAZONAR

Tradicionalmente se comprende que la puerta para llegar al conocimiento como proceso y producto. Para llegar a estos dos puntos, se dice que se llega por medio de los sentidos. Por medio de la intuición se conocen cuáles son las necesidades de los estudiantes, su naturaleza, sus limitaciones y sus fortalezas. Parra, 2004 dice que la intuición es hija de la combinación entre emoción e intelecto, entre razón y corazón.

Para ser maestro es necesario amar algo, nadie puede enseñar lo que no ama. Es necesario combinar razón e intuición. Hay que hacer un reconocimiento propio y del otro en la mente y en el cuerpo, todo lo que sucede en el cuerpo es un cambio que procede desde adentro. Todo lo que se procesa en la cabeza procede de la realidad que se aprehende a través de los sentidos.

La razón pretende dar razón de las cosas en profundidad. Según Zubiri, 1982: dice que es una marcha problemática y siempre abierta que tiene que apoyarse en el campo de lo real sentido.

A partir de la conducta que expresa la persona se puede saber qué es lo que le motiva, de esta forma tendremos una idea de cómo orientarlo hacia su desarrollo y realización personal. El hombre puede saber la realidad y la irrealidad.

NADA HAY EN EL ENTENDIMIENTO QUE ANTES NO HAYA PASADO POR LOS SENTIDOS

La capacidad de razonar en una facultad necesaria para el proceso de humanización. La razón está incompleta sin la intuición, sin el sentir.  El sentimiento es una experiencia básica en la vida humana. El sentimiento se concibe también como una forma de conocimiento.

B. Pascal dijo que esta dimensión afirma que los primeros axiomas del pensamiento son intuidos por el corazón, y por ello, corresponde al corazón sentar las premisas de todo conocimiento posible de la realidad.

D. Goleman (1996) dice que primero siente el corazón, y después interviene el pensamiento.

El educador debe de desarrollar la facultad de reconocer y discernir estos dos grandes componentes: corazón y pensamiento. Es solo a la luz de uno que se alcanza la plena comprensión del otro. Con el sentir se logra entender muchas veces lo que es esquivo a la razón.

Bachelard (1993) dice que existe el anima como la infinita bondad, el sentimiento y el animus como la gran inteligencia. Estos son principios del ser integral.

Se dice que se relaciona la experiencia directa de lo estético, relacionado directamente con la acción y el sentir. De esta experiencia el hombre puede acceder al conocimiento.

Todo esto reafirma que el principio aristotélico son que los sentidos son la puerta de acceso hacia el entendimiento. Hay que seguir el precepto aristotélico, el colere animi, el cultivo del espíritu, e la individualidad.

PRIMUM (NON) GNOCERE

Fernando González (1998) dice que la conciencia está inmersa en el cuerpo. La toma de conciencia (la racionalización) no consiste en inventar problemas, sino en enfrentar lo que la vida misma va ofreciendo a cada individualidad. Se define a la conciencia como la objetivación de lo que conocemos, y la capacidad de razonar. Se llega a este por medio de la experiencia, captada y asimilada por los sentidos.

El maestro debe de ayudar al educando a apropiarse de forma conscientemente de su realidad.

Zubiri dice que el ser debe estar fundado en la realidad. El hombre como es hombre esta abierto a la realidad en la cual está inscrito. La realidad, es una forma de quedar y de estar las cosas actualizadas en la inteligencia. No se trata que los sentidos suministres ese conocimiento ya que según Zubiri dice que los sentidos son inteligentes y la inteligencia es sentiente, no solo sensible. Esto quiere decir que tenemos la inteligencia en los sentidos, regados por todo el cuerpo. Los sentidos actualizan la realidad.

Cuando los sentidos actualizan la realidad queda automáticamente impresa o inteligida.

PRIMIUM VIVERE DEINDE PHILOSOPHARE

Las pasiones que mueven al hombre desde lo más íntimo, se generan por estímulo del medio que lo rodea. Se busca que afrontemos los problemas ya que la realidad se nos da problemáticamente. No debemos negarnos el privilegio de vivir las experiencias de primera mano, disfrutando y aprendiendo de lo que sucede en el mundo, o en la porción de mundo donde nos encontramos.

¿CUÁL SERÍA LA MANERA MÁS ADECUADA DE EDUCAR Y/O DE SER EDUCADO?

Goethe dice que sólo aprendemos en verdad de aquellos a quienes amamos.

Esto quiere decir que un individuo alegre, aprende mucho más de uno que no es alegre. El acto de educar es un acto de afecto.

Antes de enseñar hay que llegar a las fibras íntimas del hombre que es donde se incuban los sentimientos, para luego traducirse en conocimientos. El conocimiento verdadero se alcanza sólo después de saborear, degustar, masticar y digerir los insumos que se recogen en la realidad, por medio de los sentidos.

Como educadores y educandos se debe trabajar mutuamente para recuperar la sensibilidad hacia el mundo, de emocionarse y asombrarse ante él. Hay que seguir siendo homo sapiens, para no correr el riesgo de volvernos hombres homo zapping (zap: teclear o digitar, todo el tiempo en el ordenador). No hay que ser hombres al servicio de la tecnología, de la ciencia, sino tener a la ciencia y la tecnología a nuestro servicio.

Hay que recuperar la belleza como unificadora del hombre. Al hombre se le ha negado la posibilidad de sentir, de tener un corazón que le permita ver lo que hay debajo de la superficie de las cosas, ya no se emociona ante la estética del mundo. Lo bello es principio reivindicador del hombre, para acceder a su ser integral. La educación busca que el educando llegue a una perfección, con la conquista de lo verdadero, lo justo y lo bello.

Hay que llevar al individuo a simplificar la realidad, haciéndola digerible para el espíritu humano, conducirlos para el conocimiento, la comprensión, la transformación social y la humanización, pero sobre todo se debe de formar a las personas para que aprendan por estos medios a conquistar la felicidad. El hombre debe de superar su propio yo y saberlo conjugar con su racionalidad, para mermar las experiencias que le puedan producir los sentidos.

Educar es formar individuos y personas, tomando en cuenta la individualidad como centro de la conciencia. El maestro está obligado a cultivar la inteligencia, mas no a expensas de una reducción en el espíritu. Para saber educar hay que saber cómo está conformado el ser humano.